Había una vez una calculadora muy especial. A diferencia de las demás calculadoras, esta tenía la capacidad de calcular el retorno de la inversión y el ahorro o aumento de ingresos que se podría obtener al invertir en proyectos de inteligencia artificial.

La gente la llamaba la "Calculadora Inteligente" y todos querían tenerla. Los empresarios la utilizaban para tomar decisiones sobre inversiones, los contables la utilizaban para hacer proyecciones financieras, y los inversionistas la utilizaban para analizar el potencial de los proyectos en los que querían invertir.

La Calculadora Inteligente se convirtió en la mejor herramienta en el mundo de los negocios y ayudó a muchas personas a obtener grandes ganancias.

Pero, un día, algo extraño sucedió. La Calculadora Inteligente dejó de funcionar. Nadie sabía qué había pasado, y todos se preocuparon porque no podrían tomar decisiones importantes sin ella.

Entonces, un joven inventor llamado Juan, quien siempre había sido un gran admirador de la Calculadora Inteligente, decidió investigar qué había pasado. Después de semanas de investigación, Juan descubrió que la Calculadora Inteligente estaba diseñada para aprender y evolucionar con el tiempo. Con el tiempo, había aprendido tanto, que se había vuelto demasiado inteligente para seguir funcionando como una simple calculadora.

Juan tuvo una idea. Decidió crear una nueva calculadora, que no solo podría calcular el retorno de la inversión y el aumento de ingresos, sino también podría ayudar a las personas a tomar decisiones de inversión inteligentes y sostenibles.
Y así, Juan creó la "Calculadora Inteligente 2.0", y todos quedaron maravillados con sus nuevas funciones y características. Ahora, gracias a Juan, los empresarios, contables e inversionistas podían tomar decisiones aún más informadas e inteligentes, y seguir obteniendo ganancias en el futuro.

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Autor del cuento: una red neuronal