Este fin de semana he tenido la oportunidad de echar una partida al mus, después de demasiado tiempo de no compartir ocio y menos unas cartas, con unos cuantos amigos. No soy especialmente musero,… perdí… Pero disfruté de las emociones de los distintos momentos. Observar diferentes formas de jugar… Más riesgo, menos riesgo… Uso de la intuición… De como estamos esperando la mano ideal para poder echar un órdago con total tranquilidad. De cómo en otras ocasiones, a pesar de llevar una mano muy escasa, arriesgamos porque algo nos dice que esa es nuestra mano. En la vida, como en el mus, a veces tiramos de intuición y puede que funcione, pero no siempre.

En nuestro territorio tenemos una juventud con muchísimo talento y científicos de primer nivel. Tenemos recursos para construir grandes cosas. Sin embargo, con "31 puntos para juego" y siendo mano, a veces, nos sigue costando echar un órdago a la tecnología. En otras ocasiones, asumimos los retos tecnológicos por una corazonada, por un presentimiento y no por evidencias probabilísticas.

En nuestras empresas es el pálpito quien, en muchas ocasiones, nos lleva a introducir Inteligencias Artificiales. Aún sin saber qué es la IA.

Actualmente nadie pone en duda que esta tecnología está de moda y que vive su particular etapa de crecimiento y aceptación por parte de los consumidores. Casi todos desean adoptar IA en sus organizaciones. Pero sin embargo el de directivos no saben cómo toman decisiones los modelos de Inteligencia Artificial.

Si dispusiésemos de metodologías consultivas que acerquen esta tecnología al gran público, si tuviéramos metodologías científicas que sirviesen para identificar y descubrir que IA-s impactarán intensiva y positivamente en las empresas llevaríamos la “31 real” para echar un órdago a la transformación digital de nuestra empresa.

Lo buena noticia es que estas metodologías ya existen y encima utilizan cartas, como en el mus: más información