Cuando uno está indeciso, desorientado, tira de su círculo más cercano en busca de ayuda, eso es así. Es ley de vida.

Sin embargo, con la inversión en tecnología algunas empresas hacen todo lo contrario: miden la calidad del producto que van a comprar en base al tamaño del proveedor, y si éste es estadounidense, le ponen la alfombra roja.

No lo entiendo.

Veamos, que el acompañamiento, el trabajo artesanal, no te lo va a desarrollar un “yankee”. Te lo hará tu vecino, la empresa de aquí, pero no la empresa de Accident. No es una errata, hay una ciudad de EEUU que se llama “Accident”. En serio, ¿te pondrías en manos de una empresa ubicada en Accident?

Otro factor importante es que una pequeña/mediana empresa te escuchará más que una que factura 1.000M/año. Que para una multinacional los proyectos inferiores a 2.000.000€ no son interesantes. No les interesas, ni siquiera te abren la puerta.

Eh, que aquí somos mucho de PyME, y no nos va nada mal.

Fíjate que parece que con la alimentación nos vamos dando cuenta de que es más saludable y sostenible comprar tomates de la huerta del vecino y no importadas de China.

¿Y con la tecnología? ¿Qué pasa con la tecnología?

Joder, que te vamos a ayudar a ordenar tu casa por dentro estando contigo, no remotamente.

La tecnología Km0 para nosotros es poder hablar de tú a tú. Que tengas disponible un teléfono para hablar conmigo, con nosotros. No somos ni Elizabeth ni William ni Michael. Somos Unai, Marta y Karlos, de Donostia y de Zegama.

Para reservar cita nos puedes escribir desde aquí. Te llamamos y hablamos.

No te niego que en la llamada intentaré venderte nuestro servicio de “crecimiento de negocios con datos” que sólo cuesta 3000€.

Que tengas un GRAN día,

Unai