El oráculo dice que las empresas que ven los datos como un recurso estratégico son las que sobrevivirán y progresarán, el resto no.

Vale, pero esto lo dicen todos, no tiene mérito. Alguien que afirma esto no merece el título de doctor en ingeniería oraculiense.

Como mucho le podríamos regalar el galardón al cotorro repetidor de slogans.

Pufff, menuda pereza, de verdad.

Ahora, creo que es significativamente diferente la siguiente apreciación: el objetivo de cualquier estrategia en datos debe consistir en pasar de un estadio donde se usan los datos a merced de la estrategia general de la empresa a uno donde se disponga de una estrategia global del dato.

O sea, que hacer un pilotito en un Excel para predecir la probabilidad de que un meteorito aterrice sobre el pie de un marsupial no es tener una estrategia de datos.

No, no lo es.

Una estrategia de datos alineada con la estrategia general de la empresa se debe componer de un PLAN con una serie de acciones planificadas y sistematizadas en el tiempo que ayuden a las compañías a seguir siendo competitivas en el 2030 y más allá.

Los pilotitos cortoplacistas no te salvarán y lo sabes.

Muy apocalíptico, sí, lo sé.

Y ahora me preguntarás: ya pero ¿y cómo hago el plan?

Y yo te contestaré: del cómo me ocupo yo.

Un PLAN sin fisuras.

Unai

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